Por fin, 26 de abril, una de esas bandas que te parece muy lejano el poder verlas y disfrutar de ellas en directo.
En esta ocasión, la “Sala Malatesta” en Santiago de Compostela, sería la encargada de albergar el concierto de los canadienses “The Dead South”.
Tocaba tarde de “bluegrass” y cerca de 300 feligreses se congregaron en la sala para pasar una noche al más puro estilo sureño.
Para abrir boca,salió al escenario la banda de “Elliot Brood”,para muchos un auténtico desconocido.
Él sería el encargado de caldear el ambiente y testear cómo andaba el personal en lo que a “bluegrass” se refiere;
y si, la gente estaba puesta y con muchas ganas de moverlo. Así lo hicieron a ritmo de temas como “Chuckwagon “o “Nothing Left“el señor Elliot ya empezaba a tener al personal en el bote,pero no lejos de acabar,el ambiente se caldeaba y cada vez más.
Era el momento de acompañar con unas buenas palmas a ritmo de “Dig a Little Hole“, después de casi una hora de concierto, dejando al público boquiabierto, en su punto y listo para lo que sería una noche inolvidable.
Después de un pequeño y merecido descanso para lo que acontecía con los canadienses, se bajaron las luces y por fin salían al escenario los 4 miembros de la banda.
Con una escenografía muy bien preparada (luces, atrezo...), daba comienzo lo que sería un setlist de lujo, el cual daría un repaso a sus 3 últimos trabajos.
Comenzaron con dos grandísimos temas, “Diamond Ring” y “Blue Trash”, solo hicieron falta 2 temas más, para que la sala se convirtiera en una auténtica fiesta.
Con “Bastard son”, el personal presente en la sala, dejó muy claro que se sabía todos y cada uno de los temas que esa tarde sonarían, acompañando a Scott en cada uno de sus temas.
Poco tardó en llegar lo que es su más aclamado himno, “In Hell I’ll Be In Good Company”, con una coreografía muy bien preparada, se metieron al público en el bolsillo, esas 300 personas sabían cada uno de los pasos y cada uno de los estribillos de su temazo, haciendo que la tarde llegase a su fin con un bis de 2 temas.
Una preciosa versión de un clásico de los Misfits “Saturday Night” y rematando la faena con “Banjo Odyssey “se despidieron de un público al que la tarde les supo a poco.