Tras las ansiadas medidas de alivio del confinamiento en que nos hemos visto metidos, cada día, llega la hora de nuestro paseo deportivo, y está siendo inevitable subir de pulso ya que la banda sonora la ponen los Coffeine con su nuevo trabajo.
Coffeinne es una banda de metal melódico fundada en el año 2015 por el vocalista vizcaíno Iñaki Lazcano (Airless) y el guitarrista madrileño David Villarreal (Black Rock). Coffeinne practican un metal potente, melódico y fresco, influenciado por numerosas y diferentes bandas de metal melódico, fundamentalmente europeas, pero de muy diferentes estilos que van, desde el power metal más clásico al death melódico tan característico de bandas escandinavas.
Guitarras pesadas y bases potentes se complementan a la perfección con melodías pegadizas y pinceladas más agresivas en ocasiones, conformando un disco con un gran abanico de temas de variados estilos pero con un sólo sonido característico, actual e inconfundible "marca de la casa".
La banda la completan Miguel Manjón al bajo y Pako Martínez a la batería, ambos excompañeros de Iñaki en Airless, con lo que el acople de la formación es perfecto y su directo demoledor. La banda ahora está preparada para hacer el mundo arder con el lanzamiento de su nuevo disco “Requiem”, el cual ha sido lanzado internacionalmente el 13 de Marzo de 2020 a través de Art Gates Records.
Este “Requiem”, es un trabajo contundente y de gran elaboración, como de costumbre y la sonoridad total es muy característica; secciones rítmicas que aportan dureza a los temas, y voces que aderezan la combinación fantástica de este sonido. Es toda una gozada, sumergirse en la densidad de sus versos y de repente sentirse salir volando cuando entran los estribillos, en los cuales, los cambios de registro vocal, los coros, y la producción, nos muestran como todo fluye a la perfección.
La portada, con un Artwork curioso, nos muestra un ángel emergiendo de las aguas, quizá, tal como invita este disco, pasando de estar sumergido, a volar entre las nubes.
Me ha gustado en especial la cuarta pista, “Forevermore”, quizá el corte mas tranquilo del disco, aunque sus matices melódicos, y solos mas emotivos, me han hecho escuchar una verdadera obra de arte.
Por otro lado, la pista 6, “Never Again”, arrancando con calma, dando a pensar que viene otra bocanada de aire en el grueso del disco, nos hace apretar los dientes en los estribillos, y mantiene la carga de fuerza que del que este disco puede presumir.
En definitiva, el último trabajo de los Coffeine, es sin duda otro pilar del templo del metal contemporáneo, el cual, lejos de extinguirse, seguirá vivo, siempre que sigan naciendo obras maestras como esta.