No os voy a engañar. Disfruto como una niña haciendo reseñas de bandas emergentes con especialmente calidad y dedicación, como la que hoy nos ocupa: ellos son Teksuo.
Desde tierras asturianas, la formación de Metalcore, lleva en activo desde 2007. Durante estos, aproximadamente, diez años de vida, llevan ya seis trabajos realizados, si contamos, la demo del comienzo, como parte de él. Prácticamente, todos ellos autoeditados a excepción de su tercer trabajo “Thrênos”, realizado bajo el sello Murdered Music y la discografica Coroner Records. Su completa discográfica nos sirve para darnos cuenta de la evolución, talento, esfuerzo y saber hacer de estos chicos. Por que, si actualmente están repercutiendo, de la forma que lo hacen, en el panorama musical con su trabajo, desde luego es, sin lugar a dudas, por méritos propios y merecido.
Es, a partir de 2015, cuando, con su arriesgada, pero acertadísima, cover de “Diamonds” de Rihanna que incluyen en su cuarto trabajo “Diamonds EP”, se dan a conocer de una forma bastante más evidente. Desde dicho momento, además de por su EP, gracias a su constancia dando directos en salas y pequeños festivales, y estando presente en la escena, no tardaron en llegar las buenas críticas de prensa y público hacia la banda, recibiendo, por fin, el valor y reconocimiento que la banda merecía. Lo que le llevo a participar, ese mismo año, en el importante festival de Resurrection Fest 2015, por el cuál ha vuelto a pasar en ediciones posteriores.
El trabajo de Teksuo, que ahora nos ocupa en ésta reseña, es el que han titulado “Nure-Onna”. Esta vez, volviendo de nuevo al formato EP, cinco tracks, que se notan que han sido grabados y editados con mucho mimo y empeño, componen la sexta y más reciente obra de la formación de astures, publicada en Enero de 2017.
En esta obra, si la comparamos con su primer disco “Jiang Shi”, destacan cambios, para mejor, tanto en la voz, como en la forma de composición.
Actualmente, la banda ofrece un sonido más consolidado y personal, que combina a la perfección, con mucha naturalidad y gusto, partes atronadoras y pesadas, con otras puramente melódicas y pegadizas. Ambas partes se lucen bastante, no sólo por la evidente calidad instrumental de los músicos, sino también por la gran capacidad de Diego a la voz. Diego, que lleva formando parte de Teksuo desde 2011, aporta una gran evolución y personalidad a la banda. Y es que, éste frontman, puede presumir de tener amplios y múltiples registros, haciendo tanto lineas vocales limpias y melodiosas, que se adhieren a la parte instrumental de forma genial, como guturales, screams o partes rasgadas, que siendo, además con letra en inglés, lo ejecuta de forma bastante inteligible y comprensible, y denota que domina, la técnica gutural, con gran aplomo y contundencia.
Se da comienzo al EP, con el tema One of a Kind, que empieza con una parte ligera, creando cierta atmósfera psicodélica y de inmersión, que rompen, al entrar con contundencia, todos los instrumentos y Diego, simultáneamente. Comenzando la voz ya con las primeras frases del tema, a variar, tanto de forma gradual, como en segundos, entre melódico y gutural, dando sensación de que son diferentes cantantes los que emiten dichos sonidos, porque no puede impactar y parecer más inverosimil el cambio tan drástico de registro que es capaz de hacer éste chico. Desde luego queda mas que claro que Diego domina a la perfección su voz.
En la parte instrumental, se percibe una muy atractiva, y estimulante, composición. El sonido de las guitarras y bajo, y los ritmos cambiantes de batería otorgan pegada al track. La letra del tema, que resulta bastante pegadiza, y cómo ya hemos mencionado, está compuesta en inglés, transmite un sentimiento de libertad y el protagonista lanza el mensaje una y otra vez, en síntoma de rebeldía, de que bailará bajo la lluvia hasta el final de sus días, sin someterse a nada ni nadie.
Seguimos con Hole. Esta composición tiene la religión por tema central en sus letras, pues con su mensaje de decepción hacia un dios, al cual ahora rechaza, y se opone al adoctrinamiento que supone creer en uno.
Notamos, desde el comienzo de la canción, la clara presencia de teclados, que como ya pude presenciar en su paso por el Resurrectión Fest 2018, parece que suelen llevar pre-grabados éstos sonidos para no echarlos en falta en sus directos. Algo que seguramente, será de agrado para algunos y que quita mérito para otros.
Hole, en sus partes más melódicas y con más presencia de teclado, trae a la memoria, por su leve similitud en estilo y sonido, a las antiguas composiciones deLinkin Park, al igual que el penúltimo tema del Ep, del que hablaremos más adelante. Pero dando un resultado bastante más bruto y contundente que la archiconocida banda que mencionamos.
En la parte central del EP, nos encontramos Visions of a deadman, que nos cuenta, como su propio título indica, el punto de vista que está sufriendo un hombre que siente que su muerte está llegando, y que se siente decepcionado con lo que le rodea.
Aprovecho, llegados a este punto medio del último trabajo de la formación, para matizar ya que, la variedad temática en las letras que tratan en cada canción, enriquece bastante y de forma notoria la personalidad que ofrece Teksuo.
El penúltimo tema, nombrado The road of life, comienza con unos compases cuyos riffs harán que en directo, nada más escucharlos, sea indiscutible saber qué tema es el que va a sonar a continuación. Un tema de composición más sencilla, pero no por ello menos contundente, y con una letra de dolor por dejar ciertas cosas a atrás, pero superándolo y decidido a continuar, pese a todo, por ese camino que es la vida.
Se nos ha hecho corto, pero hemos llegado al final de la obra, y cierra el telón con el, también breve como el EP, pero eficaz, Negative Breed. Un tema que intercala de forma espléndida velocidades y ritmos, entre los que destaca un estribillo pegadizo, pero que, por decir algún matiz que no termine de agradarme en algún momento del EP, acaba con un fade out, en lugar de forma contundente y tajante, para dar un final enérgico y evidente. Por ponerme quisquillosa... Pero sólo es un pequeñísimo matiz, por poner alguno y que es cuestión de gustos simplemente, pero sobretodo, sin importancia e irrelevante entre todo un excelente trabajo realizado, tanto en composición, como en ejecución de todos los componentes, grabación y mezcla.
Y es que, Teksuo es ejemplo y referencia del mérito que tiene una banda autoproducida, que siendo emergentes, pueden dar éstos resultados tan profesionales y con una calidad excelente. Por supuesto, gracias a su arduo trabajo y dedicación.